Con esta acabo.
Una cuestión que quiero subrayar es que la generación de este tipo de imágenes es, desde el extremo del ‘creador’, absolutamente banal. No se necesita ninguna destreza técnica, sólo la capacidad de imaginar, describir y seleccionar los resultados más adecuados. Y, en el caso de Arqueología Imaginaria, de inventar un relato que explique cada serie. Son habilidades más propias de un editor o un curator que de un artista. Pero la obtención una imagen es algo que se puede enseñar en una tarde.
Para esta serie, queda empezar la parte de ‘inventar el relato’, seleccionar cuáles de las 150 imágenes generadas se ajustan más a él, imprimir algunas copias y poco más.
Seguimos.