Suelo reseñar los libros que leo en Goodreads, pero voy a empezar a hacerlo también aquí, para no perderlas.

El Ministerio del Futuro. Kim Stanley Robinson

Muy ambiciosa, como todas las novelas de Robinson.

A medio camino entre la ficción y el ensayo político, trata de imaginar una salida al apocalipsis climático desde la política, la economía, la geoingeniería… o el terrorismo institucional. Va de reformar el sistema desde dentro (los protagonistas pertenecen a una institución política supranacional), aunque reventándolo un poco en el camino.

La escala de la historia hace que no siempre sepa muy bien qué hacer con los personajes, pero quienes hayan leído su trilogía marciana o Aurora saben que le interesan más los grupos sociales que los individuos, así que no es sorpresa.

¿Recordáis la frase «Es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo»? Robinson acepta el reto con la profundidad habitual.

Obra maestra. Juan Tallón

El Reina Sofía pierde una escultura de Richard Serra de 38 toneladas. Esta novela trata de averiguar, a través de numerosos testimonios en primera persona, cómo tal cosa fue posible. De paso nos muestra los mecanismos de las instituciones artísticas, los procesos creativos y materiales del arte contemporáneo, las rutas del dinero vinculado a él y un montón de otras cosas interesantes.

Consejo: anotad los nombres, buscad las obras, documentaos. Se disfruta más si sabes de quién y de qué habla.

Recomendable.

1793. Niklas Natt och Dag

Una cosa que me fastidia de la novela histórica actual es que emplee la Historia apenas como decorado, pero que la narración pueda exportarse fácilmente a un planeta muy, muy lejano, al salvaje oestre o a Las Hurdes, 1930.

1793 transcurre en Suecia un año más tarde del estallido de la Revolución Francesa, aspecto que tiene una importancia relativa pero prescindible en la trama. Un detective tísico y sagaz, una especie de Sherlock Holmes sueco, ayudado por un ex-soldado tullido y borracho se empeñan en resolver un crimen chungo que te cagas.

Gracias a ello descubrimos que el S XVIII era una puta mierda y que todo el mundo (menos una) va a lo suyo, que es el vicio, el crimen, la imbecilidad y la degradación más absoluta. A todo esto contribuye el Estocolmo de 1793 aportando mugre, frío, miseria y tifus.

Se lee fácil y es entretenida, pero…